Siguiendo el análisis de este mismo estudio, se obtuvo que el 27% de las personas compraron en la comuna de Ñuñoa, el 18,8% lo hicieron en La Cisterna , el 16,9% cambiaron Santiago Centro y el 15,2% en Independencia.

Solamente el 4,7% de estas unidades fueron compradas como vivendas y el 95,3% fueron destinadas al arriendo.

Un juicio de esta misma empresa, considerando el escenario que se afectará durante el año 2020, es sorprendente que haya más y más jóvenes que estén dispuestos a invertir en un departamento. Son profesionales jóvenes con rentas de al menos $ 1.100.000 mensuales, lo que les permite poder ahorrar e invertir.

La rentabilidad que se puede generar con inversiones inmobiliarias es una de las razones que mueve a estos profesionales jóvenes a destinar sus ahorros, junto con la baja inversión inicial que pueden destinar, ya que hoy las inmobiliarias ofrecen poder pagar el pie en cuotas, facilitando la decisión en caso de no tener el capital completo para pagar un pie.

Esto ha hecho que sea muy atractivo y fácil destinar parte de sus ahorros a una inversión que luego se arrendará igualando e incluso superando el valor del dividendo, lo que sumado a la plusvalía que han tenido históricamente las propiedades en este país hacen de esta inversión un muy buen negocio.

En cuanto a los espacios, el estudio concluye que el 51% de los inversionistas elige departamentos de 1D-1B; un 18,8% de 2D-2B y 15,3% de 2D-1B. El precio promedio de un departamento comprado fue de uf 2.625, por lo tanto si la gran mayoría de los clientes han puesto un 15% de pie, el promedio del crédito hipotecario solicitado fue de aproximadamente uf 2.230.-

Fuente: propiedades.elmercurio.com
Angélica Bañados